Las copas de los arboles.
Puedes ver las copas de los arboles?
Solíamos pensar que llegaríamos hasta ellas, pero en algún
punto nos resignamos a simplemente observar, recuerdo que tus pequeñas manos se
agarraban de las ramas más firmes y poco a poco ascendías.
Yo te observaba, maravillado; desde el verde y apacible
pasto.
Una lejana ambulancia llamaba tu atención y momentáneamente te distraía
de tu misión, pero rápidamente la perdía, ya que la ciudad era un lejano mundo
al que solo en ese momento se nos permitía no pertenecer.
Reías, recuerdo eso. Lo hacías de una manera tan simple, desinteresada.
Como si un recuerdo, cual pajarillo se hubiese posado en tu cabeza.
No sabía por qué reías, pero yo reía contigo. Porque estábamos
ahí, porque estábamos juntos.
¿Qué otra razón necesitaba para esbozar una sonrisa, para
soltar una carcajada y observarte trepar ese viejo árbol?
Decidido me puse de pie de un salto; estiré mis brazos hacia
la rama mas cercana y comencé un torpe y lento escalar.
Poco a poco me acercaba hacia ti, y tu entusiasmada trepabas
con más rapidez.
Llegué a tu lado, descansabas con las manos en tu regazo,
observando al sol ponerse.
Una pequeña oruga en tu hombro delataba que la naturaleza y
tú eran íntimos amigos.
Nuestros ojos se encontraron y una ancha sonrisa acompaño tu mirada, nada en el mundo me parecía más hermoso.
Me diste un lento y suave beso en la mejilla, que solo confirmó
lo que ya sospechaba…
Que estaba en el lugar correcto, con la persona indicada, y
que era feliz.
Esta te la dedico a ti, Isa. :)
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